miércoles, 8 de enero de 2014

Pero ¿Y LA FELICIDAD QUÉ?

Parece que la ceguera que aparece cuando miramos alrededor es importante, pero más que importante… preocupante. 

Me hace “gracia”, por decirlo de manera suave por supuesto, cómo todo el mundo se tapa los ojos ante lo que no interesa (no hay más ciego que el que no quiere ver) o ante injusticias que se podrían evitar. Y no me refiero a injusticias a gran nivel como la corrupción que hay en el gobierno, que también, sino de pequeñas cosas que nos harían crecer como persona, pero que en muchas ocasiones brillan por su ausencia. En la mayoría de ocasiones, diría. 

Si nos ayudásemos un poquito más mutuamente, si existiese más humanidad, quizá no tendríamos que estar hablando de crisis social, y quizá tampoco de crisis económica. Las personas somos la causa directa de todo lo que pasa en el mundo y parece que no queremos darnos cuenta, el egoísmo sigue presente y eso nos va destruyendo a todos. Pero bueno, ya se sabe que esta vida es un juego de poderes y dominio. Desde que nacemos llevamos escrita la palabra “éxito” en la frente, estamos condicionados: Estudiar para conseguir dinero, trabajar para conseguir dinero, ascender en el trabajo para conseguir más dinero, seguir estudiando (a parte de la motivación intrínseca) para formarte y que te sigan ascendiendo y así ganar más dinero, relacionarte con gente influyente (ahí echándole morro) para quizá en un futuro ese contacto te recomiende y puedas ganar más dinero… Y así creemos que tenemos éxito. 

Es triste, pero el personaje importante es el que tiene más pasta, no la mejor persona ni el que hace mayor labor social… el más rico y egoísta es el que tiene más poder. Todo tiene un precio. Dinero, dependencia, poder, dominio, sumisión...


Pero ¿y la felicidad qué? 

No hay comentarios:

Publicar un comentario